El "gober" mediático


El “gober” mediático

Por Darwin Franco Migues


Tal parece que el Tribunal Federal Electoral (TRIFE) una vez más se hace de la “vista gorda” y no cataloga como violaciones a la ley las apariciones de políticos dentro de la gran esfera mediática que es el “mundo del espectáculo”.

En esta ocasión el que salió bien peinado de la resolución del TRIFE fue el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, quien a decir de la sentencia del magistrado Flavio Galván (27 de agosto), no violó la norma electoral al promocionar su imagen en diversos programas de Televisa -en donde, por cierto, siempre aparecía como “acompañante” de su novia Angélica Rivera (¿o será al revés?)- porque simplemente éste en el pasado proceso electoral no contendió por ningún puesto de elección popular. (¿Y los actos adelantados de campaña?)

La resolución es simple y deja la puerta abierta para que los “gallos” del 2012 pasen una y otra vez por las pasarelas del espectáculo, ya sea haciendo galletas como Marcelo Ebrard –en Hoy- ó apareciendo por sorpresa –nada planeado- en el programa “Mexicanas, mujeres de Valor”, que coincidentemente era co-conducido por Angélica Rivera.

Peña Nieto “sin querer queriendo” –como diría el Chavo- se ha valido del reconocimiento de su pareja para aparecer en cuanta publicación o programa de la farándula, lo que si bien –y conforme al TRIFE- no es promoción electoral, sí es una clara promoción a la imagen del que se vislumbra sea el abanderado del PRI para recuperar la tan gastada “silla presidencial”.

Publicaciones como la revista etcétera y el libro “Sí yo fuera presidente” de Jenaro Villamil han dado cuenta del contubernio –plan de marketing publicitario- que se ha elaborado entre el corporativo Televisa y Peña Nieto para cimentar mediáticamente su imagen, el pacto o contrato comercial incluye: manejo de imagen, contratación de info-comerciales, pago de entrevistas en los noticieros, reportajes especiales, aparición en programas y revistas de espectáculos, por todo esto Peña Nieto ha pagado a la televisora poco más de 746 millones de pesos.

Ante tal acusación, Televisa sacó un desplegado (24 de junio de 2009) desmintiendo que reciba del “golden boy” tal cantidad de dinero, es más acusó tanto a Villamil y a Carmen Aristegui –quien dio continuidad y voz a al investigación del periodista de Proceso- de mentirosos. Como afirma en su desplegado: “El cálculo es mentiroso, un engaño, ya que sería tanto como suponer que el gobernador Enrique Peña Nieto se ha venido promocionando en televisión, año con año, más que todos los partidos políticos. Ridículo y mentiroso."

Sin embargo, en el contrato presentado por Villamil en su libro se da cuenta de que Peña Nieto, en efecto, no sólo ha gastado más dinero que los partidos políticos sino que sostiene contratos comerciales con Televisa desde el año 2005. Sin duda, un “gober mediático” que olvido poner lo anterior en su cuarto informe de gobierno.

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